30 meses de gotas y riego a más de 400 proyectos abiertos que han elegido Goteo para cofinanciarse. En términos de impacto, podríamos hablar de cifras: podríamos contar aquí que ya estamos en los 2.000.000 de euros recaudados, o que ya hemos superado con creces los más de 50.000 usuarios registrados, donde la mayoría contribuyen económicamente a los proyectos en campaña, con una media de, nada más y nada menos, 47 euros por proyecto (superior a la de otras plataformas de crowdfunding). Pero Goteo, como ya es sabido, no trata sólo de cifras, de dinero, ventas por adelantado o de ensaladas de patata.

Crowdfunding para crowdbenefits, más allá de una simple preventa

Mediante Goteo, desde nuestros inicios trabajamos para definir y asentar un estándar de financiación colectiva para proyectos abiertos que genere, a su vez, beneficios colectivos. La misión de Goteo ha sido y es fomentar un modelo de financiación participativa que, además de ayudar al lanzamiento y desarrollo de iniciativas creativas e innovadoras de forma independiente, contribuya a generar recursos bajo licencias libres que nutran el procomún digital (y también el analógico). Estos recursos, resultado de cada una de las campañas financiadas con éxito en Goteo, han sido el compromiso fundamental de los y las impulsores e impulsoras de los proyectos que han pasado por la plataforma. Compromiso legal, por un lado, con la Fundación Fuentes Abiertas, entidad gestora de Goteo, y por otro, colectivo y reputacional, con las personas y comunidades que apoyan a los proyectos en campaña.

La apuesta de Goteo por los retornos colectivos, más allá de los incentivos puramente individuales, se traduce en una apuesta por lo abierto, lo común y lo libre, pero también por la búsqueda de un impacto social real de las iniciativas que se financian mediante Goteo. Como algo que pueda ser medido, evaluado, analizado, y que pase por la replicabilidad de lo que se crea y por la generación de conocimientos que sean ampliamente accesibles y aporten valor a la sociedad.


Ejemplos de proyectos como Infinit Loop demuestran que tras la financiación colectiva puede haber valores como la ecología, el diseño abierto y la inserción socio-laboral (imgs by Citronelastudio).

Goteo quiere sumarse al impulso ciudadano por el cambio, a la respuesta de la sociedad civil ante los asuntos que les afectan y en los que la participación ciudadana es clave para la salud democrática de los estados, a las iniciativas de lo que nos gusta llamar “civicmakers”, esos agentes civiles de cambio dentro de contextos, comunidades y plataformas ciudadanas que, mediante tecnologías cívicas, intentan resolver problemáticas o mejorar el bienestar de la comunidad en la que se integran, así como aumentar la transparencia de sus administraciones. En definitiva, proyectos de innovación social desde y para la ciudadanía, con impacto tangible orientado al procomún.

Rastreando el impacto abierto de cada proyecto, caso a caso

Por ello, después de esta primera etapa y andadura en que varios proyectos publicados han tenido tiempo para desarrollar sus iniciativas y cumplir con sus recompensas individuales y retornos colectivos, hemos empezado el seguimiento y análisis de los retornos que ya han sido generados por los primeros proyectos financiados a través Goteo. Con la valiosa colaboración de Victoria Anderica y Raúl Magallón, hemos empezado a desarrollar un protocolo de tracking o seguimiento de retornos colectivos, proceso que abarca desde el contacto con el equipo promotor del proyecto hasta la comprobación del cumplimiento de los recursos y licencias que se comprometieron de forma previa a la publicación de la campaña.

De los 60 primeros proyectos cofinanciados mediante Goteo con que hemos iniciado dicho seguimiento, un 90% ha cumplido ya su misión generando uno o varios de los retornos colectivos planteados en su campaña. No está nada mal ;) Gracias a todos ellos se empieza a abrir ahora un abanico de recursos digitales cuyas licencias los hacen susceptibles de ser copiados, reutilizados, modificados y/o libremente difundidos, propiciando la libre transmisión de información y conocimiento, así como generando oportunidades para el aprendizaje o la innovación social.


La sección de proyectos cumplidores en Goteo comienza a ser un banco de recursos libres tras su crowdfunding.

Algunos ejemplos de interés, entre muchos otros, serían Bookcamping, infraestructura completa de biblioteca de libros con licencias libres, públicamente accesible y gestionada colectivamente; Smart Citizen, red social de sensores urbanos de open hardware conectando datos, ciudadanos y conocimiento; la publicación del número 2 de la revista Ecléctica, cuyo contenido es accesible online en abierto; Tutomics, tutoriales sobre electrónica y hardware disponibles online para su consulta y en formato PDF para su descarga; España en llamas, aplicación open source de datos abiertos para la visualización y análisis sobre los incendios forestales; el disco y DVD con motivo del 1º aniversario de Fundación Robo, bajo licencias Creative Commons; Infinit Loop, un envoltorio textil geolocalizable cuyo patrón de autoconfección es de diseño abierto; el documental “Euroestafa” sobre los orígenes de la crisis, con 40.000 visitas en menos de un mes; KinoRaw, documentación y mejoras de software para una cámara de hardware y código abierto, y un muy largo etcétera de recursos y bienes colectivos accesibles ahora cofinanciados mediante la plataforma.

Apoyo colectivo para la emergencia de nuevas tecnologías cívicas

En ese sentido, constatamos que cada vez son más frecuentes los ejemplos de movimientos, comunidades y plataformas ciudadanas que construyen aplicaciones y herramientas , en general de software de código abierto­, que sirviéndose de datos públicos intentan mejorar las comunidades en las que participan y se integran. Así, Goteo, a través de los retornos colectivos generados, está asistiendo al desarrollo de todo un ecosistema de tecnologías cívicas.

Estas tecnologías cívicas proponen soluciones para necesidades de la ciudadanía de diferente tipo, algunas responden a cuestiones de comunicación, salvar distancias, analizar grandes bases de datos... Y otras son nuevas herramientas que la propia sociedad civil aporta para mejorar el entendimiento de los propios sistemas políticos y ofrecer nuevas oportunidades de participación con el objetivo de integrar a las instituciones públicas en un nuevo proceso deliberativo.

Ana Trejo Pulido (2013) las integra dentro del concepto de software cívico – otros autores prefieren hablar de “hacking cívico”, estableciendo la siguiente tipología en función del impacto que están teniendo en:

  • la generación de espacios urbanos más sostenibles
  • la mejora de la calidad de vida y la salud de sus habitantes
  • la calidad de los servicios públicos
  • la participación de todos sus ciudadanos, la transparencia y el buen gobierno
  • los problemas de exclusión social
  • la generación de riqueza y empleo

Por otra parte, y con el surgimiento de nuevos movimientos sociales que usan como herramienta y soporte Internet, se han ido desarrollando plataformas y aplicaciones que permiten la interacción entre muchos y que buscan hacer de la inteligencia colectiva algo tangible y replicable. Muchas de las herramientas que han surgido, en ese sentido, quieren eliminar los problemas que aparecen entre el proceso deliberativo y la toma de decisiones.

Junto a tecnologías cívicas está apareciendo el concepto de crowdfunding cívico. Rodrigo Davies, del MIT Center for Civic Media, subraya que este concepto hace referencia a proyectos de financiación colectiva que prestan servicios a las comunidades.

Desde la cultura del procomún y la acción colectiva

Estos proyectos están unidos a la cultura del procomún y a una nueva forma de economía sostenible. En ocasiones aparecen en sustitución de las funciones del Estado de Bienestar y en otras como un complemento que busca soluciones a problemas comunes para la comunidad. Las tecnologías cívicas, en ese sentido, pueden generar una nueva economía solidaria y colaborativa de la que por el momento sólo empezamos a conocer sus posibilidades.

Por una parte es evidente la dificultad de la administración pública para comprender y adaptarse a los cambios económicos, culturales y sociales; y por otra parte, la aparición de este tipo de fenómenos ha de entenderse como una alternativa a una administración que no entiende completamente el modelo democrático, político y social que se está desarrollando.

En este sentido, el crowdfunding cívico puede ser comprendido como una infraestructura sociotécnica con potencial para un impacto en las infraestructuras de los sectores público, privado y social (Davies, 2014: 28). La importancia de la crisis, unida a las nuevas posibilidades que nos ofrece Internet, ha hecho que esta creación de comunidades sea considerada un valor no monetario tan relevante como el económico para la consecución de cualquier proyecto. Es en ese espacio­ red donde los retornos colectivos de Goteo deben encontrar su relevancia.

Nuevos desarrollos para acceder a recursos abiertos mediante crowdfunding

Desde Goteo seguimos este camino con la inauguración de un nuevo módulo de historias exitosas cuyo objetivo es contar las grandes historias detrás de grandes proyectos, así como dar visibilidad a los retornos generados por las campañas según su área de incidencia: datos abiertos, periodismo, hardware abierto, makers, innovación social, software libre, etc.

En paralelo, hemos empezado a escribir regularmente artículos bajo la mirada “Aprendiendo del crowdfunding” donde hacemos análisis en áreas concretas de campañas relevantes, trucos, datos y lecciones aprendidas para poder inspirar a otros e invitar a próximas historias exitosas, como en el caso del emprendizaje social, el periodismo, la transparencia y los datos abiertos o la producción entre iguales.


Apartado para acceder a los retornos colectivos generados por cada proyecto tras su campaña

Asimismo, para una visión más amplia y detallada de la riqueza generada por los proyectos que van cofinanciándose mediante Goteo, hemos creado un estado “cumplidor”, con el que es posible identificar todos las iniciativas que (en el plazo acordado con nuestra Fundación) van liberando sus retornos colectivos en formato digital. A través de este apartado es posible ya ir indagando en ese gran “huerto” de recursos y bienes colectivos, otro aspecto diferencial de Goteo respecto al resto de prácticas de crowdfunding, y para el que nuestro compromiso y dedicación es igual de sólido que en otros procesos como asesoramiento de campañas, acompañamiento en difusión, tramitación de pagos y certificados de donación, desarrollo tecnológico...

Abiertos para mejorar y crecer colaborando

Mientras trabajamos en nuevas áreas de Goteo como una tecnología cívica más en sí misma (código fuente mejorado y por módulos en el “cloud”, datos abiertos de campañas para comparativas y aprendizaje a medida, formulario simplificado para agilizar la propuesta de nuevas campañas), constatando su interés y análisis creciente desde el ámbito público y académico, queremos avanzar en el paradigma del crowdfunding para tratar de llevarlo más allá, darle otra vuelta más al concepto y sus posibilidades (por ejemplo para aprender o crear).

Implicándonos en el seguimiento y validación de retornos colectivos tras cofinanciarse, este proceso que hemos iniciado con las mejoras arriba mencionadas se encuentra todavía en beta y queremos irlo abriendo, de modo que con la complicidad de más personas y organizaciones se testeen y estandaricen nuevas metodologías y herramientas para potenciar el desarrollo social de proyectos educativos, tecnológicos, ecológicos, culturales, científicos, emprendedores y muchas otras categorías que están aún por fusionarse o surgir.